En relación con Europa y otros países occidentales como Estados Unidos y Canadá, España muestra registros muy desfavorables de resistencia, especialmente en patógenos bacterianos de ámbito extrahospitalario.
Por ejemplo en el caso de Escherichia coli (una de las bacterias que forma parte de la flora intestinal humana y de gran prevalencia en patología infecciosa), según la red oficial europea de vigilancia de la resistencia a antibióticos, European Antimicrobial Resistance Surveillance System (EARSS), la resistencia a ciprofloxacino en España ha aumentado desde el 17,2% en 2001 al 29,2% en 2005. Dicha resistencia es una de las más elevadas de Europa (Figura 4 y 5).
Figura 4- Evolución de la resistencia a ciprofloxacino en aislamientos españoles de sangre de Escherichia coli (EARSS).
Figura 5- Distribución de la resistencia a ciprofloxacino en Escherichia coli aislados de sangre en distintos países europeos (EARSS, 2004).
También la resistencia a cefalosporinas de tercera generación (cefotaxima y otras), causada por la producción de betalactamasas de espectro extendido (BLEEs), se ha incrementado en casi todos los países; en España ha crecido desde el 1,6% al 7,6% en el período 2001-2005 (Figura 6), lo que sin duda está relacionado con el uso abusivo de antibióticos de amplio espectro.
Con frecuencia, la resistencia a antibióticos afecta a múltiples familias de los mismos (resistencia múltiple), lo cual disminuye las opciones terapéuticas alternativas y aumenta las posibilidades de co-selección. Por ejemplo en el caso mencionado de Escherichia coli, la resistencia a tres o más familias de antibióticos aumentó desde el 13,8% al 23,4% entre 2001 y 2005 (Figura 7). Datos recientes publicados (5) muestran por primera vez en España la diseminación de una misma cepa multiresistente (diseminación clonal) de Escherichia coli productor de BLEE entre distintos nichos ecológicos como hospitales y residencias de enfermos crónicos.
Figura 6- Evolución de la producción de betalactamasas de espectro extendido (BLEEs) en aislamientos de sangre de Escherichia coli (EARSS 2001-2005).
Figura 7- Evolución de la multi-resistencia (resistencia a tres o más familias de antibióticos) en aislamientos de sangre de Escherichia coli en España. (EARSS 2001-2005).
Sin embargo, en otros casos las tasas de resistencia en España se encuentran dentro de la media europea o incluso por debajo, como es el caso de Staphylococcus aureus resistente a meticilina (las llamadas cepas SARM) (Figura 8)
Figura 8- Resistencia a meticilina en aislamientos de sangre de Staphylococcus aureus en distintos países europeos. (EARSS, 2003).